El contacto físico intenso en el hockey no es un efecto secundario, sino un elemento constructivo del juego. La pista de 60×30 metros, delimitada por bordes, crea un espacio cerrado donde la concentración de jugadores supera a cualquier otra disciplina deportiva. A velocidades superiores a 40 km/h y con cambios constantes de ritmo, la provocación se convierte en parte del guion. ¿Por qué se permiten peleas en el hockey? Porque es una forma inseparable de liberar tensiones emocionales y tácticas.
Los choques cerca de la portería, los empujones en las bandas, los golpes de stick en las manos y el cuerpo, todo contribuye a acumular tensión. El juego requiere expresar emociones, pero de forma estructurada. Permitir peleas es una forma controlada de liberar la presión antes de que se convierta en una agresión peligrosa. El sistema de penalizaciones, desde las menores hasta las disciplinarias, cumple una función reguladora: permite pelear, pero limita la violencia excesiva.
Los equipos de la Liga Nacional de Hockey (NHL), así como de algunas ligas europeas de élite, como los clubes Lisboa Wolves, Almada Ice Bears, FC Porto Hoquei, incorporan sistemáticamente jugadores con una función de fuerza destacada. Estos jugadores no destacan por su técnica excepcional, pero desempeñan un papel clave en la defensa de sus compañeros.
¿Por qué se permiten peleas en el hockey? Porque un jugador de fuerza o enforcer neutraliza la rudeza del oponente no a través de conversaciones con el árbitro, sino mediante un desafío personal. Al mismo tiempo, el equipo percibe este acto no como vandalismo, sino como un acto de solidaridad. En estos conflictos se forma cohesión interna en el equipo, confianza en el capitán y lealtad al cuerpo técnico. La pelea funciona como un símbolo: luchan literalmente por el equipo.
Las federaciones (como la IIHF, NHL, KHL, la portuguesa FPHP) no fomentan la violencia excesiva, pero permiten un mecanismo para contener el caos. La razón por la que se permiten peleas en el hockey es una parte legalmente establecida del protocolo deportivo. En la mayoría de los casos, los árbitros no intervienen en el enfrentamiento hasta que los jugadores caen al hielo o intervienen terceras personas. Después de la pelea, a cada participante se le asigna una penalización de 5 minutos, conocida como «penalty mayor».
Formalmente, la pelea es una infracción. Pero en la práctica se permite si los jugadores siguen las «reglas no escritas»: uno contra uno, sin golpear a un jugador caído, con consentimiento mutuo para la pelea. En 2022, en la liga Hóquei Total se registraron 38 casos de enfrentamientos durante la temporada, de los cuales solo 4 resultaron en descalificaciones.
En 1904, en la Liga Federal Amateur de Hockey de Canadá, se registró la primera pelea oficial con la expulsión de dos jugadores. Desde entonces, el sistema de penalizaciones ha evolucionado, pero el derecho a pelear ha permanecido. En las décadas de los 70 y 80 del siglo XX, el hockey en EE. UU. y Canadá cultivó la «era de los enforcers», jugadores cuya tarea era exclusivamente la protección física.
¿Por qué se permiten peleas en el hockey? Porque la tradición está arraigada en el código genético del deporte. En Portugal, por ejemplo, la cultura del hockey sobre hielo con puck surgió más tarde, en la década de 1990, y adaptó el modelo canadiense: las reglas siguen los estándares norteamericanos, incluido el derecho a pelear en caso de provocación. En las ligas juveniles, las peleas están prohibidas, pero se mantienen en la categoría senior.
La disciplina monetiza activamente los conflictos. La razón por la que se permiten peleas en el hockey es que la audiencia paga por el drama. En promedio, una pelea en la NHL aumenta la audiencia del partido en un 17%, y los highlights con peleas generan hasta 4,5 millones de interacciones en YouTube. Durante el partido entre Colorado Avalanche y Minnesota Wild en 2023, una pelea en el minuto 34 provocó un aumento repentino de la participación en línea en ESPN+ (más 312,000 en 10 minutos).
En 2024, Hoquei TV integró la transmisión en pantalla dividida, que permite revisar los conflictos, lo que generó un aumento del 26% en la participación. La pelea es una herramienta de dirección, no un error. Eleva el nivel de emoción y convierte el hockey en una trama, no solo en estadísticas.
Un jugador que es consciente de un posible conflicto tiende a evitar la provocación. La razón por la que se permiten peleas en el hockey radica en su efecto disuasorio. Esta idea, conocida en la economía del comportamiento como «señalización costosa», demuestra la disposición a responder. Incluso sin una pelea real, la presencia de un enforcer reduce las infracciones en el equipo rival en un 23%.
Los psicólogos de las academias deportivas, como Academia Luso Ice, imparten entrenamientos sobre manejo de la agresión. Los jugadores aprenden a controlar sus emociones, pero también practican la pelea como disciplina. En 2023, el club Porto Firestorm introdujo sesiones de entrenamiento específicas sobre peleas seguras con casco, utilizando guantes suaves y simuladores de caídas.
Las peleas permitidas en el hockey se dividen en tipos específicos, cada uno con un significado único:
Cada forma de pelea es analizada por el cuerpo técnico en el videoanálisis y se evalúa en términos de beneficio o perjuicio para el equipo.
El entrenador principal de Lisboa Wolves, Nuno Areal, explicó en una entrevista con Liga Hóquei: «El contacto físico crea una textura emocional en el partido. Si quitas el derecho a pelear, obtendrás un simulacro estéril». Los analistas de Hóquei+, plataforma digital de análisis de juegos, realizaron un estudio: en partidos sin ningún choque, el nivel de penalizaciones por rudeza aumenta un 38% y la cantidad de lesiones un 22%. ¿Por qué se permiten peleas en el hockey? Porque jugadores, equipos, entrenadores y espectadores ven la pelea como un componente del equilibrio, no como un fallo del sistema. Eliminar este elemento destruiría el modelo de comunicación en el juego.
Permitir las peleas no es una concesión, sino una herramienta precisa. Se integra en la estrategia de los equipos, la disciplina de los jugadores y las expectativas de la audiencia. ¿Por qué se permiten peleas en el hockey? A través de ellas, el deporte se protege del caos total. En una situación donde el cuerpo está al límite, solo la agresión controlada evita que el juego se convierta en un desorden total. La pelea permitida es un contrato entre los jugadores: aquí hay fuerza, pero dentro de las reglas.
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